Al sur del Caribe colombiano, tras unas ocho horas de camino partiendo desde Cartagena, el Río Magdalena toma el nombre de Brazo de Loba y en su regazo ofrece una serie de accidentes geográficos repletos de vitalidad y olvido: poblaciones relegadas por los centros urbanos de poder, paisajes impensables y el rumor de una belleza…